¿Qué es la bursitis? Síntomas y tratamiento
Es bastante probable sufrir algún tipo de dolor en las articulaciones en algún momento, de forma leve y progresiva o repentina. Una causa muy común de este dolor en las articulaciones es la bursitis. Ésta se produce cuando se inflama una bursa en una articulación.
¿Cuáles son sus causas y síntomas? ¿Cómo tratarla y prevenirla?
Te contamos eso y más en el post de hoy.
Comenzamos.
¿Qué es la bursitis?
Primero de todo, ¿qué es la bursitis?
Es un trastorno doloroso que afecta las pequeñas bolsas rellenas de líquido (bolsas sinoviales) que proporcionan amortiguación entre las partes blandas de las articulaciones, es decir, los huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones. La bursitis ocurre cuando estas bolsas se inflaman.
Asimismo, ocurre con más frecuencia en el hombro, el codo y la cadera, pero también se puede dar alrededor de la rodilla, el talón y la base del dedo gordo del pie. La bursitis también suele aparecer en articulaciones que realizan movimientos repetitivos, de forma frecuente, en la práctica profesional o deportiva.
¿Qué tipos de bursitis existen?
Podemos encontrar dos tipos de bursitis:
-Bursitis aguda: aparece de forma repentina y brusca el dolor y los síntomas de la inflamación.
-Bursitis crónica: se trata de una bursitis aguda que no se ha curado adecuadamente, o de continuos episodios de bursitis aguda.
También, si hablamos de la localización de las bursitis, las más comunes son:
-Hombro: se asocian a lesiones tendinosas, como la lesión del manguito de los rotadores.
-Cadera. La causa puede ser mecánica o reumática y se puede evitar con un calzado blando y plano, bien ajustado.
-Rodilla. Puede ser medial, cuando afecta a la bursa situada en la parte interior de la rodilla; o prepatelar, cuando se produce la inflamación de la parte anterior de la articulación.
-Codo. Se produce justo por debajo de la punta del codo, como consecuencia de un traumatismo por un uso excesivo, o por tenerlo continuamente apoyado sobre una superficie dura.
-Tendón de Aquiles anterior y posterior: en el primer caso, afecta a la bursa que está por delante de la unión del tendón con la parte posterior del tobillo. En el segundo, en la unión del tendón con el calcáneo. En ambos casos, una de las causas más frecuentes es el uso de un calzado inadecuado que ejerce una presión continua sobre el talón.
Síntomas y causas de la bursitis
Síntomas
Si tienes bursitis, los principales síntomas que tendrás son:
-Dolor.
-Coloración rojiza en la zona.
-Signos de inflamación locales.
-Dolor al mover o palpar la zona afectada.
-Limitación de la movilidad en algunas articulaciones como el hombro.
-Infección de la bolsa sinovial en algunos casos, lo que implicará una obligatoria ingesta de antibióticos.
-En algunas ocasiones puede causar fiebre, generalmente si la causa es sistémica.
Causas
Algunas de las causas más frecuentes de la bursitis son:
-Movimientos repetitivos.
-Posiciones que presionan las bolsas sinoviales alrededor de la articulación. Originan un roce inadecuado entre la bursa y los huesos adyacentes, que acaba provocando una inflamación.
-Lesiones o traumatismos en la zona afectada.
-Artritis inflamatorias, como la artritis reumatoide, la gota y las infecciones.
La bursitis también se puede considerar un síntoma de una patología como:
-Enfermedades reumatológicas (artritis reumatoide y gota).
-Enfermedades hormonales (diabetes, hipotiroidismo).
-Infecciones y heridas.
Tratamiento
El tratamiento para la bursitis siempre debe tratar la inflamación y mejorar la movilización, para que no se repitan los golpes o movimientos causantes de la inflamación.
Para tratar la inflamación aguda, deberás tomar antiinflamatorios orales y reposo, hielo y elevación. No deberás aplicar compresión o presión sobre la articulación afectada. Asimismo, deberás evitar sobreesfuerzos y, en lo posible, el uso de la articulación.
En algunos casos, podrá ser necesaria la realización de infiltraciones con corticoesteroides o realizarse la aspiración del líquido, mediante artrocentesis o incluso a la inyección de tratamiento con corticoides y anestésicos (infiltraciones). Suele ser más improbable la cirugía.
La fisioterapia también será esencial para evitar la atrofia muscular y mantener la movilidad de la articulación, mejorándola a medida que el dolor va desapareciendo. Deberás seguir los ejercicios e indicaciones del fisioterapeuta.
Cómo evitar la bursitis
No todos los tipos de bursitis se pueden prevenir, aun así puedes reducir el riesgo y la gravedad de las exacerbaciones al realizar de forma distinta algunas actividades, como:
-Hacer uso de rodilleras. Utiliza algún tipo de almohadilla para reducir la presión en las rodillas.
-Levanta objetos de forma correcta. Dobla las rodillas al levantar algo, de esta forma harás menos esfuerzo con las bolsas sinoviales de los hombros.
-Toma descansos de forma frecuente. Cuando realices tareas repetitivas, altérnalas con algún descanso u otra actividad.
-Haz alguna actividad deportiva. Fortalece los músculos para ayudar a proteger la articulación afectada.
-Realizar calentamientos y estiramientos antes de realizar cualquier actividad deportiva, para así prevenir lesiones en las articulaciones.
Normalmente, con reposo, hielo y elevación, o algún analgésico suele mejorar la bursitis. Si no es el caso, es posible que sea necesario:
-Medicamentos. El médico puede recetar un antibiótico si la infección ha causado la inflamación de la bolsa sinovial.
-Terapia. Los ejercicios físicos o la fisioterapia ayudan a fortalecer los músculos de la zona afectada, y también a aliviar el dolor y prevenir que reaparezca.
-Inyecciones. Una inyección de corticoesteroides en la bolsa del hombro o la cadera puede aliviar el dolor y la inflamación.
-Dispositivos de asistencia. El uso temporal de un bastón u otro dispositivo podrá ayudarte a aliviar la presión en la zona afectada.
-Cirugía. En algunas ocasiones, una bolsa sinovial inflamada se puede drenar quirúrgicamente, pero pocas veces es necesaria la extirpación quirúrgica de la bolsa afectada.
Podemos concluir que, por lo general, la bursitis presenta un tratamiento y curación bastante sencillo y efectivo, por lo que siguiendo las pautas de un profesional y teniendo en cuenta las medidas de prevención, es posible volver a la rutina en la mayor brevedad.
Si presentas algunos de los síntomas descritos o crees tener bursitis, puedes contactar con nosotros y te ayudaremos en todo el proceso, ofreciendo un tratamiento personalizado y mirando por tu bienestar en todo momento.