¿Qué es la diáfisis del húmero?
Las fracturas de la diáfisis del húmero corresponden al 3-5% de las fracturas en general. Por este motivo, es importante saber cómo evitar y tratar estas lesiones correctamente.
A continuación, te contamos qué son las fracturas diafisarias de húmero, su tratamiento, la rehabilitación que se debe seguir y algunos consejos para prevenir posibles facturas de la diáfisis del húmero.
¿Qué es una fractura de la diáfisis del húmero?
Primero de todo, ¿qué es una fractura de la diáfisis del húmero?
Cuando hablamos del húmero, hacemos referencia al hueso más largo y más grande de la extremidad superior. Consiste en un extremo superior (o proximal), un eje y un extremo inferior (o distal).
Las fracturas del húmero son bastante comunes y pueden ocurrir en cualquier lugar del mismo. En el extremo proximal, la mayoría de las fracturas se localizan en el cuello quirúrgico y son más comunes en los ancianos, especialmente aquellos con osteoporosis.
Fractura por impacto
Sucede cuando un fragmento de hueso se introduce en el hueso esponjoso de otro fragmento de hueso. Normalmente, se debe a la fuerza de una caída sobre la mano.
Fractura por avulsión
Cuando el tubérculo mayor se separa de la cabeza del húmero, se produce una fractura por avulsión. La causa más común de esta fractura, en personas de mediana edad o ancianas, es una caída sobre el acromion del hombro. En los adultos jóvenes, puede ser debido a una caída sobre la mano cuando el brazo está en abducción.
Fractura transversal
Una fractura transversal de la diáfisis humeral aparece cuando ocurre un golpe directo en el brazo. La tracción del músculo deltoides hace que el fragmento proximal se desplace lateralmente.
Fractura en espiral
Una caída sobre la mano extendida puede causar una fractura en espiral de la diáfisis del húmero. A la hora de realizar su tratamiento, los fragmentos de hueso se unen fácilmente, ya que el húmero tiene un periostio bien desarrollado y se encuentra rodeado de músculos.
Fractura intercondílea
Una fractura intercondílea ocurre cuando hay una caída sobre el codo mientras este está en flexión. Esto da lugar a una separación de uno o ambos cóndilos de la diáfisis del húmero.
Tratamiento de la fractura diafisaria de húmero
¿Qué tratamientos existen para una fractura de la diáfisis del húmero?
Tratamiento conservador
La rica vascularización del húmero y el soporte que le brindan los músculos y la aponeurosis, facilitan el proceso de consolidación, gracias a que ayudan a fijar y mantener los fragmentos de la fractura. Esto facilita la reducción de la fractura de húmero y permite tratar la mayoría de estas de forma conservadora.
El objetivo del tratamiento es conseguir una consolidación del húmero con una alineación aceptable y restablecer la función previa a la lesión. Esto se consigue gracias a la inmovilización del húmero y una correcta rehabilitación.
La inmovilización suele durar entre 6 y 8 semanas, y se comprueba cómo avanza la factura, si el dolor desaparece y la posibilidad de movilizar las articulaciones.
Si hay una correcta reducción de la fractura, pasadas 8 o 10 semanas, el foco de fractura es bastante firme clínicamente.
Ortesis
Actualmente, la ortesis braquial es el método no quirúrgico más utilizado, ya que permite la contracción de los grupos musculares y estimula la consolidación del hueso. Además, permite seguir teniendo movilidad de las articulaciones adyacentes a la fractura y una rápida recuperación funcional.
La ortesis de codo y control flexo-extensión logra la inmovilización y ajuste del miembro superior.
Este tratamiento consta de una valva de brazo y otra de antebrazo, unidas mediante articulación monocéntrica. La flexoextensión se puede regular de 0º a 90º, en intervalos de 15º en 15º.
Asimismo, otra ventaja es que es adaptable a la longitud del miembro superior tratado y aporta una transpiración mejorada.
Tratamiento quirúrgico
Solo el 10% de las fracturas diafisarias del húmero requieren un tratamiento quirúrgico.
Estas son las principales indicaciones quirúrgicas de la fractura diafisaria de húmero:
-Desviaciones graves de los fragmentos.
-Signos clínicos y radiológicos evidentes, que muestran ausencia de mejora transcurridos 2 a 3 meses de un tratamiento realizado.
-Compromiso del nervio radial que, después de 2 a 3 meses de evolución, aún no presenta signos de recuperación.
-Pacientes politraumatizados que dificultan o impiden el tratamiento ortopédico de las fracturas de húmero.
-Fracturas del húmero en enfermos, con patología psíquica, alcohólica, etc, debido a la dificultad para mantener la inmovilización o realizar una correcta reducción.
-Fracturas en hueso patológico (metástasis, mieloma, quistes, etc.).
Rehabilitación de una de fractura diafisaria de húmero
La rehabilitación y fisioterapia son muy importantes a la hora de tratar una fractura diafisaria de húmero.
¿Qué etapas presenta la rehabilitación?
Fase de inmovilización
En la primera etapa, se inmoviliza el brazo mediante un yeso, una férula u otro dispositivo ortopédico, para así proteger la fractura y permitir que el hueso sane correctamente.
La duración de esta fase dependerá del tipo de lesión y su gravedad.
Terapia de movimiento pasivo
Una vez pasada esa fase de inmovilización, se podrá comenzar la segunda etapa de terapia de movimiento pasivo, con la ayuda del fisioterapeuta para mantener la movilidad articular y prevenir la rigidez.
Ejercicios de fortalecimiento
A medida que la recuperación de la fractura avanza, se pueden introducir ejercicios de fortalecimiento para los músculos del brazo y el hombro, y ejercicios de movilización activa. Estos implican movimientos funcionales y el uso de la propia fuerza para mover el brazo.
Entrenamiento de la función
Pasamos a la última fase cuando el paciente ha recuperado la fuerza y la movilidad. Se trabaja el entrenamiento de la función y en la realización de actividades cotidianas como deporte o tareas del hogar, laborales, etc., adaptadas al nivel de recuperación de cada paciente.
Consejos para prevenir posibles fracturas de la diáfisis humeral
Si presentas una fractura de la diáfisis del húmero, existen algunas medidas de prevención que pueden reducir el riesgo de sufrirla.
Pero, ¿cuáles?
-Seguir una dieta rica en calcio y vitamina D.
-Evita caídas y practica deporte de forma segura.
-Trata la osteoporosis y mantén un estilo de vida saludable.
Estos son algunos consejos que pueden reducir el riesgo de lesión. Si necesitas ayuda en el tratamiento de tu lesión, contamos con especialistas que te ayudarán en todo el proceso. ¡Contáctanos aquí ahora!