Lesiones de tendones extensores: diagnóstico y tratamiento

Las lesiones de los tendones, conocidas también como lesiones de tendones extensores, pueden ocurrir en diferentes partes del cuerpo, desde el hombro hasta los dedos. En este último caso, los tendones extensores pueden ser pequeños, pero son esenciales para movimientos que damos por sentado en nuestro día a día: abrir la mano, levantar los dedos del pie, o realizar un simple gesto para señalar algo. Sin ellos, tareas tan simples como escribir, correr o sujetar un objeto se vuelven casi imposibles.

 

Pero ¿qué ocurre cuando se lesionan? Si te has preguntado qué son, por qué se lesionan y cómo se tratan, ¡sigue leyendo!

 

Vamos a resolver todas tus dudas sobre las lesiones de los tendones extensores.

 

¿Qué son los tendones extensores?

Los tendones extensores son estructuras fibrosas que conectan los músculos del antebrazo y la parte anterior de la pierna con los huesos de las manos y los pies, permitiendo que extendamos (o estiremos) los dedos y otras articulaciones.

Por ejemplo, en la mano, estos tendones están localizados justo debajo de la piel, lo que los hace más vulnerables a lesiones. En los pies, permiten levantar los dedos y controlar su movimiento mientras caminamos.

¿Te has fijado alguna vez en cómo tus dedos se abren o cómo levantas el pie al andar? Esa acción tan cotidiana es posible gracias a estos tendones. Por eso, una lesión en ellos puede suponer una pérdida significativa de funcionalidad.

¿Y qué tipo de lesiones podemos sufrir en estos tendones?

 

Lesiones más comunes en los tendones extensores

Debido a su ubicación superficial y su papel en movimientos repetitivos, los tendones extensores son especialmente vulnerables a ciertos tipos de lesiones. A continuación, te contamos cuáles son las más habituales.

 

Lesión por corte o laceración

Una de las lesiones más comunes en los tendones extensores de la mano ocurre por cortes, como los que podrían producirse al manejar cuchillos. Debido a su proximidad a la piel, estos tendones pueden dañarse fácilmente con una herida superficial.

 

Rotura o desgarro

La rotura de los tendones extensores de los dedos puede darse como resultado de un golpe directo o una flexión forzada. En los pies, puede ocurrir durante actividades deportivas, como el fútbol o el running, cuando los movimientos bruscos provocan una sobrecarga.

 

Inflamación o tendinitis

El uso excesivo o movimientos repetitivos puede provocar inflamación en los tendones extensores, especialmente en los dedos de las manos o los pies. Es común entre quienes realizan tareas manuales intensas, como escribir mucho en el teclado o practicar deportes como el tenis.

 

Dedo en martillo

Este tipo de lesión ocurre cuando el tendón extensor de uno de los dedos de la mano se desgarra o se daña en la zona cercana a la uña. Es muy común en actividades deportivas, como el baloncesto, y se caracteriza por la incapacidad de extender completamente el dedo afectado.

 

Lesión del tendón extensor del dedo gordo del pie

Los pies también pueden sufrir diversas lesiones relacionadas con los tendones. El tendón extensor del dedo gordo puede sufrir daños debido a esfuerzos excesivos, especialmente durante actividades que requieren saltos o carreras prolongadas. Esto puede generar dolor en la parte superior del pie y dificultad para levantar el dedo gordo.

 

¿Te había ocurrido alguna de estas lesiones alguna vez? Veamos por qué ocurren normalmente…

 

 

Causas más comunes de una lesión en los tendones extensores

Entender las causas de estas lesiones nos ayuda a prevenirlas y tratarlas adecuadamente. Aquí te dejamos las más frecuentes:

 

Traumatismos directos

Accidentes como caídas, golpes fuertes en la mano o el pie, o cortes con objetos afilados son causas directas de daño en los tendones extensores. En el caso de los dedos, cualquier impacto puede generar una lesión en los tendones extensores de la mano.

 

Movimientos repetitivos

Tareas que implican movimientos continuos, como escribir, usar herramientas manuales o realizar ejercicios de alto impacto, pueden causar microdesgarros que provoquen inflamación y dolor.

 

Algunas actividades deportivas

Como ya has podido leer, deportes como el fútbol, el running o incluso el baloncesto pueden provocar lesiones en los tendones extensores del pie. Otros deportes como el rugby o el voleibol también conllevan riesgos debido a los golpes directos y los movimientos rápidos.

 

Algunas causas naturales

Con el paso del tiempo, los tendones pierden elasticidad y se vuelven más propensos a desgarrarse, incluso con movimientos cotidianos. Por otro lado, condiciones como la artritis reumatoide pueden debilitar los tendones extensores, haciéndolos más vulnerables a rupturas.

 

Síntomas de que tienes una lesión en los tendones extensores

¿Y cómo saber si estás lidiando con una lesión de este tipo? Aquí tienes los signos más comunes:

 

Dolor al mover los dedos

Si al intentar abrir la mano o levantar los dedos del pie sientes dolor, es posible que haya daño en los tendones extensores. El dolor suele intensificarse con el uso.

 

Inflamación y sensibilidad

Las lesiones en los tendones extensores tienden a provocar hinchazón y sensibilidad al tacto en la zona afectada. Esto es especialmente evidente en lesiones superficiales de la mano.

 

Rigidez

Un síntoma clave es la incapacidad de extender uno o más dedos de manera normal. Si no puedes moverlos o sientes rigidez extrema, puede ser un signo de rotura de ligamento cruzado en los tendones extensores.

 

Hematomas

Las lesiones graves, como cortes profundos o roturas completas, pueden ir acompañadas de hematomas en la zona afectada debido a la rotura de pequeños vasos sanguíneos.

 

Tratamiento de una lesión en los tendones extensores

El tratamiento dependerá de la gravedad de la lesión, pero aquí te explicamos las opciones más comunes.

 

Reposo y fisioterapia

En los casos leves, el reposo y ejercicios dirigidos pueden ser suficientes para reducir la inflamación y recuperar la funcionalidad. Un fisioterapeuta puede ayudarte además con movimientos específicos para fortalecer la zona.

 

Inmovilización

Cuando hay una lesión algo más seria, como un desgarro parcial, es probable que se necesite inmovilizar la zona afectada para permitir que el tendón se recupere.

 

Antiinflamatorios

En lesiones leves o moderadas, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), como el ibuprofeno, pueden ser de gran ayuda para reducir el dolor y la inflamación en la fase inicial del tratamiento.

 

Cirugía

En lesiones graves, como cortes profundos o roturas completas, puede ser necesaria una cirugía para suturar o reparar el tendón. Este procedimiento suele realizarse mediante técnicas mínimamente invasivas, como la artroscopia.

 

Fracturas de muñeca en el deporte

 

Rehabilitación tras una lesión en los tendones extensores

Recuperarse de una lesión de este tipo lleva tiempo y esfuerzo. Aquí tienes los pasos clave en el proceso de rehabilitación:

 

Paso 1: movilidad controlada

Tras el tratamiento inicial, se comienza con ejercicios suaves para recuperar la movilidad de la mano o el pie, evitando el sobreesfuerzo.

 

Paso 2: fortalecimiento progresivo

El siguiente paso incluye ejercicios de fortalecimiento para recuperar la fuerza muscular y evitar recaídas.

 

Paso 3: Retorno a la actividad

Finalmente, se trabajan ejercicios específicos relacionados con las actividades que realizabas antes de la lesión, ya sea escribir, practicar deporte o cualquier otra tarea cotidiana.

 

Paso 4: Recuperación de la fuerza y coordinación fina

En el caso de lesiones en la mano, los ejercicios específicos para recuperar la fuerza y la destreza de los dedos son fundamentales. Por ejemplo, utilizar pelotas de goma o bandas elásticas puede ser efectivo.

Paso 5: Entrenamiento propioceptivo

En lesiones de los tendones extensores del pie, se recomienda trabajar el equilibrio y la propiocepción para evitar recaídas. Esto puede incluir ejercicios como pararse sobre una pierna o usar una superficie inestable, como un bosu.

 

Consejos para prevenir posibles lesiones en los tendones extensores

Aunque no siempre podemos evitar los accidentes, hay formas de reducir el riesgo de lesiones:

 

Usa buena protección cuando sea necesario

Si practicas deportes o trabajas con herramientas, utiliza guantes o calzado adecuado para proteger tus manos y pies.

 

No te saltes el calentamiento

Realiza un buen calentamiento antes de cualquier actividad física para preparar los músculos y tendones.

 

Evita los movimientos repetitivos de forma prolongada

Si tienes que realizar tareas repetitivas, toma descansos frecuentes y realiza ejercicios de estiramiento para evitar sobrecargar los tendones.

 

Mantén una buena postura al realizar tareas repetitivas

En actividades como el trabajo frente al ordenador o el uso de herramientas manuales, asegúrate de adoptar una postura adecuada para evitar una sobrecarga en las manos.

Incrementa la intensidad de forma progresiva en el deporte

Si eres deportista, evita sobrecargar los tendones al aumentar demasiado rápido la intensidad de tus entrenamientos. La progresión gradual permite que los tejidos se adapten sin sufrir lesiones.

Fortalece los tendones con ejercicios específicos

Realizar ejercicios que fortalezcan los tendones extensores, como levantar los dedos con resistencia o realizar estiramientos controlados, puede ser una buena estrategia preventiva.

Las lesiones de los tendones extensores pueden parecer pequeñas, pero su impacto en la vida diaria es significativo, ya que usamos tanto pies y manos para las tareas más cotidianas y sencillas de nuestro día a día.

Por eso son actividades que no deberían doler, ya que estamos acostumbrados a realizarlas. Así que si sientes cualquier tipo de síntoma, no lo ignores.

 

En la Clínica Dra. Nuria Urquiza, contamos con especialistas en traumatología y fisioterapia que pueden ayudarte a diagnosticar y tratar estas lesiones con la mejor atención. Te proporcionaremos un plan de recuperación que se ajuste a tus necesidades.

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