¿Qué es la artroscopia de rodilla?
La artroscopia de rodilla permite tratar un gran número de patologías articulares de la rodilla, y es por ello, sumado a que se trata de una cirugía mínimamente invasiva y muy segura, por lo que se está convirtiendo en el tratamiento que ha revolucionado el mundo de las lesiones deportivas.
¿Eres una persona joven, activa y amante del deporte? Puede que esta sea tu solución definitiva. En este post te explicamos en detalle todo lo que necesitas saber acerca de la artroscopia de rodilla: qué es, qué lesiones trata, sus beneficios y cómo es su tratamiento y proceso de recuperación.
¡Sigue leyendo!
¿QUÉ ES LA ARTROSCOPIA DE RODILLA?
Que no te asuste el hecho de que se trate de un procedimiento quirúrgico, porque es uno de los más innovadores.
La artroscopia ha cambiado por completo la forma en la que se tratan las lesiones de rodilla. Una de las razones por las que resulta tan revolucionario es porque permite el diagnóstico y tratamiento de una amplia variedad de lesiones, además de una recuperación mucho más dinámica y con menos complicaciones que otro tipo de cirugías.
Este procedimiento consiste en introducir un pequeño instrumento llamado artroscopio (un tubo delgado con una cámara y una luz en uno de sus extremos) a través de pequeñas incisiones en la piel, permitiendo así visualizar posibles lesiones en el interior de la articulación de la rodilla.
Estas imágenes ayudan a guiar los instrumentos quirúrgicos de una manera mucho más precisa. Es por eso por lo que esta técnica tiene como resultado intervenciones mínimamente invasivas.
BENEFICIOS
Los beneficios que aporta la aplicación de la artroscopia de rodilla son múltiples, sobre todo en comparación con otros métodos quirúrgicos mucho más tradicionales, empezando por que, como ya sabes, se trata de una intervención apenas invasiva.
Algunos otros beneficios son:
- Menor dolor y tiempo de recuperación: al tratarse de una pequeña incisión se minimiza el daño a los tejidos circundantes de la operación, lo cual se traduce en menos dolor y menos tiempo para volver a la rutina.
- Menor riesgo de infección: por el mismo motivo las infecciones postoperatorias son mucho menos probables.
- Diagnóstico y tratamientos más precisos: al permitir la visualización directa de la articulación y sus lesiones, permite un diagnóstico mucho más preciso sin mayor número de pruebas y un tratamiento más específico.
- Mejor cicatrización: en estos casos las cicatrices no solo son mínimas, sino que apenas son visibles.
La suma de todas estas ventajas permiten que los pacientes reduzcan su estancia en el hospital al mínimo, volviendo a casa el mismo día de la intervención.
¿QUÉ LESIONES SE PUEDEN TRATAR?
Gracias a la artroscopia se pueden detectar múltiples lesiones de rodilla. Y es que cada vez se posiciona mejor como la alternativa a la cirugía clásica abierta.
Algunas de las lesiones que se pueden detectar y tratar son:
- Lesiones de menisco: la artroscopia permite reparar o extirpar fragmentos dañados del menisco.
- Lesiones de ligamentos cruzados anterior o posterior: en estos casos también se pueden reparar o reconstruir ligamentos.
- Condromalacia patelar: por otro lado permite tratar el desgaste del cartílago en la parte posterior de la rótula.
- Quistes de Baker: los quistes también llamados poplíteos pueden drenarse gracias a esta técnica e incluso tratarse.
- Inflamación sinovial: en el caso de artritis y otras afecciones inflamatorias, es posible eliminar el tejido sinovial afectado.
Además, también es posible tratar algunas pequeñas fracturas y rótulas desalineadas. Como ves, es una posible solución a múltiples patologías.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Para realizar una artroscopia de rodilla se puede usar diferente tipo de anestesia dependiendo de las circunstancias (local o general), como por ejemplo el tiempo de intervención.
Como toda intervención existen algunos riesgos, pero no te preocupes, porque en este tipo de cirugía la tasa de complicaciones suele ser muy baja, y en caso de que surjan generalmente son menores y de fácil solución.
Algunas de esas complicaciones pueden ser molestia local y rigidez, pero el riesgo de trombosis y de infección (como en toda cirugía) son mínimos.
Por otro lado, tanto las cámaras que se utilizan como el instrumental son de pequeño tamaño, para que puedan introducirse en las articulaciones sin dañarlas.
¿Y cómo es el resto del procedimiento? ¡Sencillo!
El cirujano introduce el artroscopio a través de las incisiones e inspecciona todos los tejidos de la articulación, como el cartílago, los huesos, los tendones y los ligamentos.
Una vez hecho esto, se procede a reparar las partes dañadas a través de nuevas incisiones, introduciendo el resto de instrumentos.
Aunque los riesgos son mínimos, esto es gracias a que la intervención por artroscopia tiene una duración mayor a una cirugía tradicional, ya que es más complicada y precisa para el cirujano.
PROCESO DE RECUPERACIÓN Y TRATAMIENTO
El proceso de recuperación tras una artroscopia, como ya sabes, es mucho más rápido que tras otro tipo de intervenciones. No obstante, varía dependiendo de la extensión del procedimiento y las circunstancias del paciente.
En general, este periodo consiste en tan solo:
- Un programa de fisioterapia: la rehabilitación es importante tras la intervención para así poder restaurar la fuerza y la movilidad de la rodilla que se haya podido perder debido a la lesión.
- Analgésicos: para controlar el leve dolor, es posible que se receten analgésicos durante los primeros días tras la cirugía.
Probablemente te sigas haciendo esta pregunta: ¿cuál es el tiempo de recuperación después de una artroscopia de rodilla?
Lo cierto es que la mayoría de pacientes pueden volver al ejercicio tan solo habiendo transcurrido 2-3 semanas, pero no queremos engañarte, en algunos casos la recuperación completa puede durar hasta varios meses. Todo está sujeto al tipo de lesión y su gravedad.
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