Capsulitis adhesiva o hombro congelado
¿Alguna vez has sentido el hombro rígido y sin movilidad? Esto se conoce comúnmente como hombro congelado, aunque el término adecuado es capsulitis adhesiva.
Se trata de una lesión muy limitante y dolorosa, afectando la capacidad del movimiento incluso a la hora de realizar las actividades más cotidianas.
Si has pasado un largo periodo con el hombro inmovilizado, es posible que desarrolles algún tipo de rigidez. En el siguiente post te contamos todo lo que tienes que saber acerca de la capsulitis adhesiva, sus causas y los mejores tratamientos.
¿QUÉ ES UNA CAPSULITIS EN EL HOMBRO?
La capsulitis adhesiva es un proceso que consiste en una fibrosis de la cápsula de la articulación del hombro, donde está todo el tejido conectivo. Se caracteriza por la pérdida de la movilidad, y de ahí que se conozca a esta patología comúnmente como hombro congelado o rígido.
Puede durar meses y tiene diferentes fases. La primera es la fase inflamatoria, durante la cual se comienza a sentir un dolor intenso, aunque todavía no se limita el movimiento. La siguiente fase es la de rigidez, en la cual ya sí se siente una restricción aunque el dolor cese.
Después, en la última fase, el hombro va volviendo de forma gradual a su estado normal.
Para poder entender mejor de qué se trata, observa la anatomía del hombro:
Fuente: Cleveland Clinic
CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO
Una capsulitis adhesiva en el hombro surge cuando todo el tejido dentro de la cápsula se inflama y se tensa alrededor de la articulación, imposibilitando el movimiento. No obstante, las causas no son certeras, ya que ese tejido se ha podido inflamar por diversos motivos.
Normalmente se debe a un largo periodo en el que el hombro ha estado quieto, por lo que el principal motivo por el que surge esta patología es debido a otro tipo de lesiones vinculadas con el hombro como:
– Calcificaciones: la acumulación de calcio en los tejidos blandos del hombro puede provocar cierta irritación e inflamación en la cápsula articular, por lo que es una de las causas.
– Bursitis o tendinitis en el manguito de los rotadores: de la misma forma que la inflamación de las bolsas sinoviales o de los tendones del manguito de los rotadores que también limitan la movilidad del hombro.
– Diferentes patologías del bíceps: los problemas en el tendón del bíceps como la tendinitis bicipital o la ruptura del tendón contribuyen al desarrollo de la capsulitis adhesiva.
– Fracturas de húmero o clavícula: las fracturas provocan que la articulación se inmovilice durante un largo periodo de tiempo por lo que también son un factor de riesgo importante.
Todas estas lesiones pueden provocar inflamaciones y largos periodos de inactividad, lo cual puede conducir a la rigidez característica de la capsulitis adhesiva.
Además de otro tipo de lesiones de hombro, algunos otros factores de riesgo de la capsulitis adhesiva son:
– Edad y sexo, ya que es una patología más frecuente en mujeres de más de cuarenta años.
– Enfermedades sistemáticas como la diabetes o la tiroides.
SÍNTOMAS DEL HOMBRO CONGELADO
Los síntomas aparecen de forma muy progresiva y lenta, pero no hay que subestimarlos, ya que suelen empeorar bastante. En especial a causa de la necesidad de mantener el hombro inmóvil durante largos periodos.
– Dolor: es el primero de los síntomas, siendo muy punzante e intenso en especial en la fase inicial.
– Rigidez: Este es el síntoma más característico de la capsulitis adhesiva, y normalmente tiende a empeorar con el tiempo y puede llegar a ser muy limitante.
– Límite de movimiento: debido a la rigidez que causa la inflamación, es muy complicado realizar todo tipo de movimientos con la articulación.
– Debilidad muscular: como consecuencia los músculos circundantes pueden debilitarse debido a la rigidez y a la inactividad.
Ten en cuenta que estos síntomas suelen desarrollarse de forma gradual, durante las distintas fases de la patología. No obstante no lo subestimes ya que pueden empeorar si no reciben un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Pero, ¿cómo se realiza ese diagnóstico?
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se obtendrá principalmente teniendo en cuenta la historia clínica y un examen físico por parte del médico para así poder tener en cuenta cualquier lesión previa en el hombro que haya podido dar lugar a la capsulitis adhesiva.
Es importante que si has sufrido cualquier otro tipo de lesión y que, por lo tanto, has mantenido la articulación inmóvil durante mucho tiempo, acudas a un traumatólogo profesional. En especial si empiezas a sentir esa rigidez.
También se podrían realizar una serie de pruebas como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas en caso de que haya que descartar otras causas de los síntomas.
De esta forma, las radiografías serán útiles para descartar otro tipo de lesiones con síntomas similares, aunque no muestre directamente esta patología. Mientras que una ecografía muestra la inflamación y la cantidad de líquido en la articulación, indicativos de capsulitis adhesiva.
TRATAMIENTO PARA CAPSULITIS ADHESIVA
Para la capsulitis adhesiva los ejercicios de amplitud de movimiento son los que más beneficios aportan al proceso de recuperación, por lo que la fisioterapia es el tratamiento más adecuado.
Aunque para tratar el dolor de la capsulitis adhesiva el tratamiento también puede incluir analgésicos, es en muy pocos casos en los que la situación se complica lo suficiente como para necesitar una intervención quirúrgica.
En estos casos, lo mejor es realizar una artroscopia de hombro, una intervención mínimamente invasiva y ambulatoria. Es decir, que la recuperación se realiza en casa el mismo día. Gracias a esta intervención se puede ver directamente el interior de la articulación, por lo cual no es solamente un tratamiento sino un método de diagnóstico.
Por otro lado, las buenas noticias son que los casos recurrentes de capsulitis adhesiva en el mismo hombro son del todo inusuales.
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