¿Cómo se trata la fascitis plantar?

Tratar fascitis plantar

Una de las dolencias ortopédicas más comunes en la base del talón es la fascitis plantar. Es común tanto en hombres como en mujeres.

Se estima que cerca de dos millones de pacientes son tratados por esta condición cada año. Aun así, muchas personas desconocen el origen de su causa y el tratamiento adecuado a seguir.

En el post de hoy te contamos qué es la fascitis plantar, sus causas y cómo tratar esta irritación e inflamación correctamente.

¡Vamos a ello!

 

Síntomas de la fascitis plantar

fascitis plantar

La fascitis plantar implica la inflamación de una banda gruesa de tejido que atraviesa la planta del pie y conecta el hueso del talón con los dedos de los pies (fascia plantar).

¿Cuáles son sus síntomas? Suele causar dolor punzante que aparece en los primeros pasos de la mañana. Normalmente, el dolor va disminuyendo con el transcurso del día, pero puede reaparecer después de estar un largo periodo de tiempo de pie o después de ponerte de pie y haber estado sentado. También se suele sentir un mayor dolor después de realizar ejercicio o alguna actividad.

La fascia plantar cumple una importante función biomecánica al caminar, ¿por qué? Es la responsable, junto a otras estructuras del pie, de mantener el arco plantar, de absorber y devolver la energía o amortiguar el impacto cuando el pie choca contra el suelo. Asimismo, protege los metatarsianos, evitando así un exceso de flexión dorsal de los dedos.

 

Causas de la fascitis plantar

La tensión y el estrés en la fascia puede resultar en pequeños desgarros. Los estiramientos y desgarros repetidos de la fascia pueden inflamarla o irritarla. 

En la mayoría de los casos, la fascitis plantar se desarrolla sin una razón específica. Aun así, puedes ser más propenso a tener fascitis plantar si:

-Tienes problemas con el arco del pie, tanto pie plano como arco plantar alto.

-Corres largas distancias, cuesta abajo o sobre superficies desiguales.

-Aumentas de peso de manera repentina o tienes sobrepeso.

-Tienes el tendón de Aquiles tenso.

-Usas zapatos con soporte de arco deficiente o suelas blandas.

-Cambias o incrementas tu nivel de actividad.

-Realizas una actividad de impacto repetitivo.

-Tienes entre 40 y 60 años.

 

Normalmente, la fascia plantar está preparada para aguantar la presión y esfuerzo que le exigimos a nuestros pies. Aun así, demasiada presión puede llegar a dañar o desgarrar tejidos. La respuesta natural del cuerpo será una inflamación o irritación, que puede resultar en dolor del talón y rigidez por fascitis plantar.

 

Tratamientos para la fascitis plantar

fascitis plantar

El tratamiento de la fascitis plantar puede ser no quirúrgico o quirúrgico, dependiendo del paciente.

Tratamiento no quirúrgico:

A través de métodos de tratamientos simples, el 90% de los pacientes pueden mejorar en un plazo de 10 meses.

-Reposo. Reducir o no realizar ningún tipo de actividad que empeore el dolor, para así reducirlo. Por ejemplo, actividades atléticas que requieren un gran impacto de los pies sobre superficies duras (atletismo, step aerobics, etc.).

-Hielo. Aplicar hielo o agua fría en los pies durante 20 minutos será una buena opción. Puedes realizarlo 3 o 4 veces al día.

-Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Medicamentos como el ibuprofeno o el naproxeno ayudan a reducir el dolor e inflamación. Si los tomas durante más de un mes, deberá ser revisado por su médico de atención primaria.

-Ejercicio. La fascitis plantar suele agravarse por músculos tensos en pies y pantorrillas. Los estiramientos de pantorrillas y fascia plantar es una manera efectiva de aliviar el dolor.

  • Estiramiento de la pantorrilla: Apóyate hacia delante contra una pared, con una rodilla recta y el talón en el suelo. Coloca la otra pierna por delante, con la rodilla flexionada. Para lograr estirar los músculos de la pantorrilla y el ligamento del talón de Aquiles, empuja las caderas hacia la pared de manera controlada y mantén esta posición unos 10 segundos. Repite este ejercicio 20 veces por cada pie.
  • Estiramiento de la fascia plantar. Realiza este estiramiento sentado, cruzando el pie afectado sobre la rodilla de tu otra pierna. Toma con las manos los dedos del pie afectado y acércalos hacia ti lentamente. Coloca la otra mano en la línea de la fascia plantar. Mantén el estiramiento durante 10 segundos. Repite el proceso 20 veces por cada pie. 

 

-Inyecciones de cortisona. Es un medicamento antiinflamatorio y puede inyectarse en la fascia plantar para reducir la inflamación y el dolor. Consulta con tu médico el límite de inyecciones, ya que si se realizan múltiples puede llegar a romper la fascia plantar y causar pie plano y/o dolor crónico.

-Zapatos de sostén y elementos ortopédicos. Los zapatos con suelas gruesas y almohadillas pueden reducir la tensión y el dolor cuando la persona está de pie o camina. También, otra opción son los elementos ortopédicos (plantillas para zapatos), disponibles en distintos números o hechas a medida.

-Férulas para la noche. El uso de una férula por la noche estirará la fascia plantar mientras duermes. Es realmente efectiva y solamente deberás utilizarla cuando hay dolor.

-Terapia física. Tu médico puede sugerirte el ir a un fisioterapeuta, para realizar un programa de ejercicios que se focalice en el estiramiento de los músculos de la pantorrilla y la fascia plantar. 

-Terapia extracorpórea de impulsos eléctricos (ESWT). Los impulsos eléctricos de alta energía, estimulan el proceso de cicatrización en el tejido dañado de la fascia plantar. A veces se considera este tratamiento antes de realizar una cirugía.

Tratamiento quirúrgico:

La cirugía solamente se recomienda y se llega a considerar después de 12 meses de tratamiento no quirúrgico agresivo.

-Recesión de los gemelos (gastrocnemio). Es un alargamiento de los músculos de la pantorrilla. Este tratamiento es muy útil para pacientes que siguen teniendo dificultad para flexionar sus pies. Uno de los dos músculos que forman parte de la pantorrilla es alargado para incrementar el movimiento del tobillo. 

El procedimiento puede realizarse con una incisión abierta tradicional o con una más pequeña y un endoscopio. Tu médico te recomendará el mejor procedimiento.

-Liberación de la fascia plantar. Si tienes dolor continuado en el talón, tu médico podría recomendar un procedimiento de liberación parcial. Durante la cirugía, el ligamento de la fascia plantar es cortado parcialmente, para así aliviar la tensión en el tejido. La cirugía puede realizarse con una incisión abierta o endoscópicamente.

Como habrás podido ver (o leer en este caso), la fascitis plantar es una dolencia ortopédica muy común en la población. Aun así, existe mucho desconocimiento acerca de ésta. La detección de su causa y el correcto tratamiento, será esencial para una buena recuperación a largo plazo.

Si tienes alguna duda más o quieres informarte y que profesionales evalúen tu caso, no dudes en contactarnos o pedir cita aquí.

 

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