Las lesiones más comunes en rugby
El rugby es un deporte de alto contacto que, por su naturaleza de juego, implica una mayor probabilidad de lesiones en distintas zonas del cuerpo.
Aun así, el rugby no es un deporte peligroso si se practica de manera correcta. Ha sufrido variaciones en su reglamento para evitar lesiones fuertes, sobre todo en las acciones de tackle y scrum.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes? ¿Se pueden prevenir? ¿Cómo tratarlas? En el post de hoy respondemos a todas estas preguntas.
Comenzamos.
¿Qué es una lesión deportiva?
Las lesiones deportivas, como el propio término indica, ocurren durante la práctica de una actividad deportiva.
Pueden ocurrir de manera casual o debido a prácticas incorrectas en un entrenamiento y/o competición. En algunas ocasiones, no realizar un correcto calentamiento antes de jugar o hacer ejercicio, puede resultar en una lesión.
Las lesiones deportivas se pueden clasificar en cuatro categorías.
- Sobrecarga.
- Trauma directo (caídas y placajes).
- Fracturas y luxaciones.
- Esguinces (lesiones de ligamentos) y roturas fibrilares (lesiones musculares).
Las lesiones deportivas pueden ser:
- Lesiones agudas. Son aquellas que ocurren de forma repentina.
- Lesión crónica. Son aquellas que están relacionadas con el uso excesivo de la parte lesionada y acaban desarrollándose con el paso del tiempo.
Lesiones deportivas en el rugby
Si hablamos de las lesiones deportivas en el rugby, las podemos clasificar en tres grupos:
- Las lesiones traumáticas: Ocurren por contacto entre jugadores o caídas.
- Lesiones por conmoción cerebral: Suceden por el contacto o por un traumatismo en la cabeza al caer al suelo.
- Lesiones por sobre-entrenamiento: Si se entrena de manera frecuente y no se descansa, pueden suceder.
Las lesiones más comunes en rugby
Pero seguramente te estarás preguntando, ¿cuáles son las lesiones MÁS comunes en rugby?
Pues vamos a ello.
Luxación de hombro:
Esta zona del cuerpo está muy expuesta en el juego y es usada, por ejemplo, en los scrums y los tackles, para empujar o derribar al oponente.
Es una lesión en la cual el hueso del hombro se sale y queda fuera de la cavidad del omóplato. Sus síntomas son hinchazón y dificultad para mover el brazo.
La recuperación consta de dos partes:
-La recolocación del hombro en su lugar, realizada por un profesional de la salud.
-La recuperación progresiva de la movilidad de articulación. Se debe utilizar un cabestrillo para limitar la movilidad de la zona dañada, y realizar rehabilitación.
Para prevenir otra futura luxación de hombro, se recomienda lo siguiente:
-Tener conciencia de los límites propios, es decir, saber tu límite a la hora de levantar peso o de empujar con esa parte del cuerpo.
-Realizar actividad física para fortalecer la zona y soportar mejor los golpes o movimientos bruscos. Puedes optar por rutinas de entrenamiento con mancuernas o pesas rusas.
Esguince de rodilla:
Esta lesión se trata del estiramiento o de la rotura de los ligamentos que son los encargados de unir los huesos de cada lado de una articulación. Ocurre cuando la articulación se dobla más allá de los límites naturales. Puede darse parcialmente en uno de los cuatro ligamentos de la rodilla o en todos.
Al practicar rugby, puede que ocurra al no haber calentado bien o al flexionar la pierna hacia una mala posición.
La recuperación requiere reposo, soporte (una rodillera) y una terapia de rehabilitación. Si la ruptura de ligamentos es total, la solución es cirugía, reposo, soporte y rehabilitación.
Para prevenir un esguince de rodilla se recomienda realizar un calentamiento previo al partido o entrenamiento y la elongación. Haz uso de medias deportivas para evitar dañar tus pies, bandas elásticas y una colchoneta plegable de alta densidad (D-COL).
Fractura del escafoides:
El escafoides es un hueso de la muñeca que puede llegar a fracturarse. Éste puede romperse, por ejemplo, debido a una caída con la mano abierta o por lesiones por tackles. Sus síntomas son el dolor y la sensibilidad debajo de la base del dedo pulgar.
La recuperación de esta fractura suele ser mediante la utilización de un yeso o muñequera inmovilizadora, o mediante una cirugía y rehabilitación.
Para prevenirla es importante tratar de evitar caídas o impactos con la mano abierta, así como utilizar un soporte a la hora de practicar rugby.
Tendinitis de Aquiles:
Es una de las lesiones más comunes en la zona del pie. Se suele producir debido a una sobrecarga en el tendón. Los síntomas suelen ser:
-Dolor: al usar el talón caminando, corriendo o saltando.
-Hinchazón: la zona se inflama.
-Rigidez: dolor en la zona y dificultad de movimiento, girando el talón o apoyando el peso del cuerpo en él.
La recuperación es más compleja que otras lesiones. Es necesaria una radiografía para asegurar que se trata de una lesión en el tendón de Aquiles. Una vez diagnosticado por el médico, se suele recomendar un analgésico, descanso de actividades físicas, la aplicación de un pack de gel frío y la utilización de una talonera de gel.
Para prevenir esta lesión se recomienda utilizar una tobillera y/o una talonera de gel para practicar rugby. Esto proporcionará estabilidad a la zona y compresión de la articulación.
¿Cómo prevenir las lesiones deportivas en jugadores de rugby?
Para lograr prevenir las lesiones producidas en rugby, es recomendable tener en cuenta lo siguiente:
- Tener un control de la carga física a través de una buena planificación de entrenamiento, tanto en el gym como en el terreno de juego.
- Realizar un correcto calentamiento antes de cada entrenamiento, partido o actividad física. Se recomienda que dure entre 20 y 25 minutos para preparar el sistema cardíaco, el muscular y el nervioso.
- Realizar una serie de ejercicios que pase por tres fases: movilidad general, movilidad dinámica y preparación para las destrezas.
- Utilización de protectores, como un bucal, un casco y hombreras.
- Alimentación e hidratación adecuada.
- Descanso.
- Fisioterapia.
- Practicar correctamente las técnicas de placaje, la melé, el saque de touch, etc.
Podemos concluir que, las lesiones en rugby y en general deportivas, pueden prevenirse o curarse a través de una correcta recuperación.
Contamos con especialistas en traumatología deportiva que evaluarán tu caso y considerarán si es necesario un tratamiento conservador o técnicas quirúrgicas.
No solo perseguimos curar al paciente lesionado, también alcanzar el mayor rendimiento funcional después de una lesión sufrida.
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