¿Qué es la lesión del ligamento lateral interno?
¿Sientes dolor de rodilla? Uno de los ligamentos más importantes de esta articulación es el ligamento lateral interno, el cual puede sufrir una serie de lesiones que incomodarán tu rutina si no recibes un tratamiento adecuado.
Un mal movimiento o un traumatismo mientras practicamos deporte pueden ser las causas de esta patología, pero ¿cómo se diagnostica? ¿Qué tratamientos existen?
¡Te lo contamos todo en este post!
¿QUÉ ES EL LIGAMENTO LATERAL INTERNO?
El ligamento lateral interno (LLI), también conocido como ligamento medial, es un tejido fibroso presente en la rodilla que conecta el fémur con la tibia. No obstante, aunque lo tratemos como tal, en realidad no es un solo ligamento, sino que se trata de un conjunto en el que se incluyen el ligamento medial y el ligamento oblicuo posterior.
Su ubicación en la parte interna de la rodilla hace que tenga una función crucial en nuestro día a día: mantener la estabilidad de la articulación y controlar su movimiento lateral. Es decir, que su tarea principal es prevenir que la rodilla se desplace hacia adentro cuando se ejerce presión sobre la pierna.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA LESIÓN DEL LIGAMENTO LATERAL INTERNO?
¿Cómo podemos sufrir una lesión del ligamento lateral interno? Pues las causas más comunes de una lesión de este tipo, aunque el desgaste de los tejidos también es un factor de riesgo, suelen ser dos principalmente:
– Traumatismo: un golpe fuerte en la parte lateral de la rodilla, como una patada, puede hacer que la articulación sufra un movimiento brusco de apertura interna dañando el ligamento.
– Un giro brusco: las lesiones más graves, no obstante, ocurren cuando realizamos un giro brusco de la articulación con el pie fijo.
Deportes como el fútbol, en los que además de correr el riesgo de sufrir un golpe, se realizan cambios de dirección muy bruscos, son los más propensos a provocar este tipo de lesiones.
SÍNTOMAS
Como en el resto de patologías, los síntomas de una lesión del ligamento lateral interno pueden variar entre pacientes. Además, los síntomas más comunes pueden indicar diversas lesiones diferentes, por lo que lo mejor es que al detectar cualquiera de ellos se reciba atención médica para realizar un correcto diagnóstico.
Dentro de estos síntomas puedes encontrar:
– Dolor: en la zona interna de la rodilla, que dependiendo de la gravedad de la lesión podrá ser más agudo o constante.
– Hinchazón y sensibilidad al tacto.
– Inestabilidad: esto dificulta el soporte de peso y movimientos normales del día a día.
– Limitación de movimiento: tanto por la inestabilidad como por el dolor, es normal que el movimiento se vea limitado a la hora de doblar o estirar la pierna.
– Crujido: al intentar realizar esos movimientos es posible que se escuche o note una especie de chasquido en el interior de la articulación.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA LESIÓN DEL LIGAMENTO LATERAL INTERNO?
Como te hemos comentado, lo más importante tras detectar algunos de los síntomas es obtener atención profesional. Desde la clínica de la Dra. Núria Urquiza lo primero que necesitamos es conocer tu situación en detalle, para saber qué ha ocurrido y cómo.
Después realizamos una exploración física completa de la rodilla, durante la cual realizaremos una valoración de su estado y movilidad. También observaremos si hay presencia de líquido intraarticular, que puede aparecer tras algunas lesiones de ligamentos.
Tras esta primera revisión decidiremos qué pruebas adicionales pueden ser necesarias, como radiografías o resonancias magnéticas. Así, con toda esa información nuestros profesionales podrán proporcionar un diagnóstico adecuado.
¿CÓMO ES EL TRATAMIENTO PARA LA LESIÓN DEL LIGAMENTO LATERAL INTERNO?
Tras un diagnóstico viene un tratamiento, y este puede depender de cómo sea la lesión y su gravedad, como es evidente. El tratamiento para una lesión del ligamento lateral interno puede ser por tanto conservador o quirúrgico. ¡Veamos en qué consiste cada uno!
El tratamiento conservador para la lesión del ligamento lateral interno es el que aplicamos normalmente a cualquier tipo de lesión cuando no es muy grave, y consiste en:
– Descanso y elevación: para que la inflamación causada por el traumatismo baje.
– Aplicar frío o calor: aliviando el dolor y bajando la hinchazón.
– Compresión: usar vendajes apropiados también ayuda a que el dolor disminuya.
– Inmovilización: en ocasiones puede ser necesario usar una férula para limitar el movimiento y favorecer la recuperación.
– Fisioterapia: una vez la hinchazón e inflamación son superadas, se puede contar con ejercicios específicos para fortalecer de nuevo la musculatura y estabilidad de la articulación.
La duración de este tratamiento puede variar dependiendo del paciente y su situación, pero oscila entre las 6 y 12 semanas.
Por otro lado, el tratamiento quirúrgico para la lesión del ligamento lateral interno se suele aplicar cuando la lesión es mucho más grave o si vemos que el tratamiento conservador no ha funcionado.
La cirugía puede ser de varios tipos, pero una de las técnicas más utilizadas es la artroscopia de rodilla. Se trata de una técnica mínimamente invasiva que proporciona una recuperación mucho más rápida que con métodos más tradicionales.
No obstante, se ha de valorar qué procedimiento es el más adecuado según la situación. Tras cualquier cirugía se ha de empezar un programa de rehabilitación para recuperar la fuerza y movilidad de la rodilla gracias a las sesiones de fisioterapia.
TRATAMIENTO PERSONALIZADO PARA LA LESIÓN DEL LIGAMENTO LATERAL INTERNO
La rodilla es una de nuestras articulaciones más importantes, ya que de ella depende nuestro desplazamiento. Por eso sabemos que cualquier lesión de rodilla puede ser enormemente frustrante a la hora de continuar con tu rutina y entrenamiento diario.
Si no cuentas con un diagnóstico a tiempo y un tratamiento que se adecúe a ti al cien por cien, este tipo de lesiones pueden prolongarse innecesariamente y empeorar con los meses.
Por eso en el equipo de la Dra. Núria Urquiza, especialistas en artroscopia, contamos con grandes profesionales que te proporcionarán un tratamiento que se ajuste a tu situación y a tus necesidades, para garantizarte una recuperación efectiva y segura.
Tu bienestar y movilidad son esenciales para una buena calidad de vida. No permitas que ninguna lesión te entorpezca en tus objetivos. ¡Pide cita lo antes posible!
