¿Qué es la tendinitis del bíceps?
La tendinitis del bíceps braquial o también llamada tendinitis bicipital es una condición bastante común pero a menudo mal entendida. Esta lesión puede afectar a cualquiera, desde deportistas hasta personas que realizan actividades cotidianas que implican el uso de este músculo.
Conocer más sobre ella te ayudará a prevenirla y tratarla adecuadamente. Por eso, hoy, te contamos todo lo que tienes que saber sobre esta tendinitis.
¡Sigue leyendo!
¿QUÉ ES LA TENDINITIS DEL BÍCEPS?
La tendinitis del tendón largo del bíceps es una inflamación de los tendones, y en el caso del bíceps afecta a los tendones que conectan este músculo al hombro y al codo. En concreto, a la porción larga del tendón del bíceps. La tendinitis del bíceps normalmente suele estar acompañada de alguna otra molestia en el hombro.
Para comprender mejor esta lesión, es importante conocer un poco sobre la anatomía del bíceps y sus funciones, ya que la podemos confundir con la tendinitis del hombro, de la cual ya hablamos en otro artículo.
ANATOMÍA DEL BÍCEPS
Para entender mucho mejor cómo funciona esta patología, echemos un vistazo a la anatomía del bíceps.
El músculo del bíceps se encuentra en la parte frontal del brazo y consta de dos cabezas: la cabeza larga y la corta. Ambas se originan en el omóplato y se unen en un único dentón que se acopla en el radio, uno de los huesos del antebrazo. Este músculo es fundamental para movimientos tan simples como levantar objetos, flexionar el codo o girar el antebrazo.
Fuente: TeachMeAnatomy
CAUSAS DE LA TENDINITIS
La tendinitis de la cabeza larga del bíceps de la porción larga del bíceps suele desarrollarse de forma gradual, especialmente en personas que realizan actividades repetitivas que involucran el movimiento del brazo. Normalmente, se ocasiona debido a una compresión o un pinzamiento del tendón de la porción larga del bíceps.
En cuanto al deporte se asocia más a la natación, el béisbol o el tenis, por su uso repetitivo de la articulación. Así como aquellos que realizan levantamiento de pesas, también están en mayor riesgo de padecer tendinitis del bíceps femoral. Asimismo, una de las causas es el deterioro de la edad y puede empezar a aparecer en personas a partir de los 50 años. No obstante, es una lesión más frecuente entre deportistas jóvenes y profesionales.
TENDINITIS DEL BÍCEPS: SÍNTOMAS
El primer síntoma que podemos detectar es un dolor en la zona anterior del hombro, pero esta afección puede causar variedad de síntomas, afectando la capacidad de realizar actividades cotidianas y deportivas. ¿Pero qué síntomas son los más comunes?
– Dolor en la parte frontal del hombro.
– Dolor que irradia hacia el brazo.
– Sensibilidad al tacto.
– Inflamación alrededor de la parte delantera del hombro.
– Intensificación del dolor por la noche.
Si experimentas algunos de estos síntomas, es importante buscar la evaluación de un traumatólogo de confianza para abordar la tendinitis del tendón del bíceps de manera temprana y así prevenir el empeoramiento del tendón. De tal forma que se podrá implementar un rápido diagnóstico que permitirá realizar tratamientos conservadores que puedan aliviar el dolor y promover la curación del tendón. Para así evitar la rotura de él mismo o de otros tendones que pueden requerir una cirugía.
COMO CURAR LA TENDINITIS DEL BÍCEPS
Ahora viene el momento más esperado: ¿cómo se cura la tendinitis de la cabeza larga del bíceps?
Como ya sabemos, la tendinitis del bíceps puede ser dolorosa y debilitante. Afortunadamente, existen diversas opciones de tratamiento que pueden ayudar a curar esta afección y recuperar la funcionalidad del brazo. A continuación, te describiremos los métodos más efectivos para tratar la tendinitis del tendón del bíceps:
TRATAMIENTO CONSERVADOR
El primer paso crucial en el tratamiento es permitir que el tendón descanse. Esto incluye:
– Reducir o evitar actividades que provocan dolor, especialmente aquellas que requieren levantar el brazo por encima de la cabeza o cargar objetos pesados.
– Modificar la rutina diaria, adaptando las actividades para minimizar la tensión en el tendón del bíceps.
Aplicación de hielo
El hielo puede ser muy efectivo para reducir la inflamación y el dolor en las etapas iniciales de la tendinitis. Aplicar hielo durante 15-20 minutos cada unas 3 horas en los primeros días tras la aparición de los síntomas.
Es muy importante utilizar una compresa fría o una bolsa de hielo envuelta en una toalla para proteger la piel de quemaduras por frío.
Medicamentos antiinflamatorios
Los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. Estos se recomiendan durante al menos 2 semanas en la fase aguda.
Fisioterapia
La fisioterapia es fundamental en el tratamiento de la tendinitis de la porción larga del bíceps. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa específico para realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento que mejoren la flexibilidad y fortalezcan los músculos alrededor del hombro y el codo. También se pueden aplicar terapias manuales como masajes para reducir la tensión. Asimismo, se podrán emplear terapias de ultrasonido o láser que mejoran la circulación y aceleran la recuperación.
Infiltraciones de corticoides
Para casos más severos, estas inyecciones pueden proporcionar un alivio al reducir la inflamación y el dolor de manera rápida. Estas inyecciones deben ser administradas por un profesional de la salud.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
Si los tratamientos conservadores no son efectivos, o si hay un daño significativo en el tendón, puede ser necesaria la cirugía, pero no os preocupéis, muy pocos terminan pasando por este procedimiento. Estas opciones incluyen:
– Tenodesis del bíceps: Fijación del tendón a otro lugar del hueso para aliviar el dolor.
– Tenotomía del bíceps: Corte del tendón para liberar la tensión.
Estas cirugías suelen ser mínimamente invasivas y requieren de una rehabilitación posterior.
CONSEJOS PARA PREVENIR LA TENDINITIS DEL BÍCEPS
La prevención de la tendinitis del bíceps es clave para mantener la salud y funcionalidad de tu brazo, especialmente si realizáis actividades que implican movimientos repetitivos. Os dejamos algunos consejos efectivos para prevenir esta lesión.
Calentamiento adecuado
Antes de cualquier actividad física, asegúrate de hacer un calentamiento adecuado. Esto ayudará a preparar tus músculos y tendones para el ejercicio físico, reduciendo el riesgo de lesiones.
Dedica al menos 10-15 minutos al calentamiento antes de actividades intensas.
Fortalecimiento muscular
Mantener los músculos alrededor del hombro y el codo fuertes y equilibrados puede ayudar a prevenir la tendinitis del bíceps. Incorporar ejercicios de fortalecimiento en tu rutina, centrándote en el bíceps, tríceps y los músculos del manguito rotador. Utilizando pesas ligeras para aumentar la resistencia gradualmente.
Técnica correcta
Usar la técnica adecuada durante actividades físicas y laborales es crucial para prevenir este tipo de lesiones.
Descanso y recuperación
Es muy importante darle a tu cuerpo el tiempo necesario para recuperarse entre sesiones de ejercicio o actividades intensas. Evita realizar actividades repetitivas durante períodos prolongados sin descansos adecuados.
EJERCICIOS PARA TENDINITIS DEL BÍCEPS
La tendinitis del bíceps puede ser tratada y prevenida con ejercicios específicos que ayudan a fortalecer y estirar los músculos y tendones afectados. A continuación, se presentan algunos ejercicios recomendados para aliviar el dolor y promover la recuperación.
– Estiramiento del bíceps para mejorar la flexibilidad del tendón del bíceps y reducir la tensión.
– Estiramiento del pecho para estirar los músculos del pecho y del hombro aliviando la tensión en el tendón.
– Flexiones de codo con banda elástica para fortalecer el bíceps de manera controlada.
– Ejercicios de isometría para fortalecer el tendón sin movimientos excesivo
TRATAMIENTO DE TENDINITIS DEL BÍCEPS EN BILBAO
La tendinitis del bíceps como hemos visto es una afección común que puede causar dolor significativo y limitar las actividades diarias. Con una comprensión clara de sus causas, síntomas y opciones de tratamiento, es posible abordar esta condición de manera efectiva.
Si experimentas dolor persistente en el hombro o el brazo, no ignores los síntomas. La evaluación y el tratamiento adecuados pueden prevenir complicaciones a largo plazo y mejor calidad de vida. ¡No esperes más! Recupera tu salud y funcionalidad de tu brazo consultando a un especialista.
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